21 AL 23 DE OCTUBRE DE 2016
IX JORNADAS DE LA NEL
Las Conversaciones

Violencia y Lazo Social: ¿Qué podemos hacer?
por Karen Garita

Definir la violencia como concepto conlleva a plantear una distinción en su valor dentro de una doble articulación que ha dominado las investigaciones actuales: por un lado, como acto destructivo, por otro, respecto al espacio en el que opera. Esos elementos en los que la-las violencias se manifiestan como lo más evidente y a la vez como lo más ominoso resultan incompletas para su definición, porque no son sino las circunstancias en el que ella se encarna. Asimismo debe considerarse que el simple uso de una definición no sólo revela la posición esencial de quién la emplea sino que da cuenta de la concepción que tiene de sí mismo, de la sociedad y del psicoanálisis.

Freud no plantea propiamente el concepto de violencia en sus escritos, sin embargo en El Malestar en la Cultura (1930) advierte que el ser humano no es un ser dócil y apacible y que incluso su prójimo puede servirle no solo como un posible objeto sexual, sino también como un objeto en el que puede satisfacer la agresión (proponiéndolo en términos pulsionales).

Nuestro interés es conocer la violencia que prolifera epidémica dentro del cotidiano de cada uno en muchos lugares del mundo. Ella no es apenas un síntoma, esto es, una modalidad de lazo social. Es necesario reinscribirla, por el acto interpretativo del analista, recuperando el derecho de cada uno a la insatisfacción y al malestar que alimenta el lazo social y evitar, en la medida de lo posible, las vías que la llevan a su ruptura.

En este sentido, la importancia de emplear una práctica en que el "saber hacer con" promovido por Lacan, permita reformular la manera en que los practicantes operan ya sea desde la vía institucional o la práctica privada y las posiciones que cada analista ocupe en ellas. La intervención analítica tiene como objetivo favorecer que todas aquellas demandas hechas por el otro se dirijan hacia una sola posición: el deseo del niño.

Abrir espacios para alojar el desahogo de la palabra, localizar las potencialidades y fortalezas de cada joven, en una apuesta por su deseo singular. Involucrar a la sociedad en la medida de lo posible para la implementación de políticas públicas integrales que tengan en cuenta a los niños y jóvenes como protagonistas activos de la época.

No retroceder frente al desafío de encarar a las violencias del lazo social contemporáneo, invitar hacia la ética, la posibilidad de que cada niño y adolescente encuentre a un otro que procure su deseo para que cualesquiera que sean las estructuras o síntomas, se permita que ellos como sujetos puedan ser responsables de su propio deseo. Ese debe ser el compromiso del analista en la actualidad.

BIBLIOGRAFÍA

  • Berenstein, I. (2000). Notas sobre la violencia. Psicoanálisis. Revista de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, 22 (2), 257-272.
  • Freud, S. (1930). El porvenir de una ilusión, El malestar en la cultura y otras obras. Vol. XXI. Buenos Aires: Amorrortu.
  • Lacan, J. (2004). El seminario de Jacques Lacan. Libro 5: las formaciones del inconsciente. Buenos Aires: Paidós. (Dictado originalmente en 1957-1958)
NEL - Nueva Escuela Lacaniana