21 AL 23 DE OCTUBRE DE 2016
IX JORNADAS DE LA NEL
Jornada Clínica

Autismo, pasión y violencia
por Eugenia Flórez

Estábamos acostumbrados a pensar en la lógica de la constitución, es decir, que el sujeto se constituía a partir del Otro, porque Lacan nos enseñó a poner al Otro en el primer plano, como una suerte de determinante, de tal manera que el autista sería aquel que por no enredarse en los embrollos del lenguaje, erraba en no dejarse afectar por el Otro, no obstante, lo que realmente dejó en evidencia es que el Otro no es previo, aunque nacemos inmersos en un enjambre de significantes. Es decir, debemos al autismo, en parte, esta puesta en cuestión de la episteme psicoanalítica: no existe un Otro simbólico previo, no hay formulación universal del para todo sujeto en relación a lalengua, puesto que ya el lenguaje es una elucubración de saber sobre esta y queda por verificar si se constituye ese Otro simbólico y el modo en que se le hace operar en su inconsistencia, aunque no exista.

Lo que interesa subrayar es que el autismo ha hecho vacilar los conceptos psicoanalíticos y lo sigue haciendo cuando en la ultimísima enseñanza, Lacan toma como punto de partida el cuerpo, o más bien Un-cuerpo y sería a partir de este Un-cuerpo que, dado el caso, una Otredad se constituiría. Para ser más coherente con el Lacan del Seminario 20, el cuerpo hablante toma el lugar de lo que ha de orientar en la praxis con el parlêtre y llegado el caso, si lo admitimos, el cuerpo cobra el lugar que antes tenía el Otro. Esta es una vía "que no responde al orden del deseo sino de su propio goce"[1]. Se trata de dejarse orientar por el parlêtre y sus goces, el del cuerpo y el de la palabra, con un inconsciente que no se atiene a las lógicas del sentido.

En este orden de ideas, es necesario esclarecer el estatuto que debe darse al autismo y sirve para ello una cita de Miller en El ultimísimo Lacan. Refiriéndose a los Lefort, a manera de homenaje, dice:

"Por otorgarle en su clínica un privilegio al Un-cuerpo, fueron llevados a ubicar esta clínica bajo el rubro del autismo, haciendo del autismo una categoría del mismo nivel que la neurosis, la psicosis y la perversión, pero más allá demostraron que esta era tal vez la categoría clínica fundamental. Mostraron que el autismo era, si así se puede decir, el estatuto nativo del "sujeto". La palabra "sujeto" tiene acá que llevar comillas y seguramente cederle su lugar al término parlêtre, que Lacan usaba para designar a la vez el sujeto el inconsciente"[2].

Podemos inferir de esto el hecho de que cuando Lacan se refiere al Un-cuerpo no lo hace en el marco de las categorías clínicas, más bien, es por fuera de ellas que se ve forzado al uso del término parlêtre y su contexto epistémico está más próximo a nociones como lalengua y la escritura. Nociones más cercanas a la idea de Lacan de un inconsciente que se reduce al hecho de hablar solo. Lo cito: "el inconsciente, es que en suma uno habla – si es que hay hablaser (parlêtre)- solo. "Uno habla solo porque uno no dice jamás sino una sola y misma cosa"[3], es decir, es el autismo de la palabra que situamos al nivel de lalengua.

Lo que parece quedar en evidencia es que, hoy la noción de autismo no habría que tomarla bajo el rubro de los Lefort en el sentido de una estructura y en su lugar, tomar la orientación, también sugerida por ellos, de una relación nuclear entre autismo y Un-cuerpo, dicho de otro modo, es el autismo del goce del cuerpo hablante. Autismo que se puede leer, -parafraseando a Lacan-, como el eco en el cuerpo de que hay un decir. Es por ello que se trata, en la clínica con estos sujetos, de captar el eco en el cuerpo, al nivel de lalengua, el ruido de lalengua, antes que los circuitos del sentido o los circuitos de la pulsión y el objeto a.

En suma para abordar el autismo hoy, contamos con la noción de parlêtre y los conceptos que le son próximos. Es necesario dejar por fuera la estructura subjetiva y más bien habría que pensar el autismo del goce del cuerpo hablante en su singularidad y en el modo contingente como éste se anuda en su ser de tres R.S.I., como una suerte de principio orientador en la clínica con el parlêtre, que como lo dice Laurent, es una manera de nombrar lo real. Lo cito "El autismo: un nombre de lo real"[4].

Luego, los arreglos que el parlêtre debe hacer con ese goce autista intervienen Un-cuerpo y los ecos de lalengua sobre él.Es por ello que queremos mantener como hipótesis que en los arreglos singulares del parlêtre, el cuerpo está comprometido de entrada porque el traumatismo del impacto de lalengua sobre el cuerpo ya supone un golpe sobre el cuerpo, un acontecimiento y en cada caso hay que identificar cómo este acontecimiento se escribe sinthomáticamente o cuál es el nudo, aun en la oscuridad de una repetición que itera.

Es preciso que esta noción de Un-cuerpo se capte como algo previo a la idea de tener un cuerpo, puesto que hace falta una inscripción discursiva en el lenguaje para que ello sea posible, para hacer operar la idea de cuerpo a partir de la imagen articulada al inconsciente. Para el caso del sujeto autista no es posible que esto se dé o que se sirva de la imagen narcisista del mismo, salvo bajo la forma de una ortopedia. Es decir, es posible que hagan un uso de la imagen no especular.

Lo que nos enseñan estos sujetos es que Un-cuerpo se anuda de múltiples formas, siempre singulares, a veces más o menos inscrita en un lazo social, pero muchas de las veces con una pasión mortal[5], violenta, sosteniendo lo absoluto del autismo del goce en el cuerpo. Es un hecho que Lacan nos despierta sobre esa manera pasional de violentar el propio cuerpo, puesto que "[…] eso es el goce. Allí el hombre tiene puertas de entrada que los demás no tienen"[6].

Es por ello que hoy nos preguntamos por lo que de iteración hay en la pasión y ¿cómo trata el autista esa pasión violenta en el cuerpo?, más aun, ¿puede el autismo iluminar algo sobre el modo de pensar la pasión y el tratamiento de la misma en nuestra época?

NOTAS

  1. Miller Jacques, El ultimísimo Lacan, Buenos Aires: Paidós, 2013, pág. 8.
  2. Miller, J-A, El ultimísimo Lacan, Buenos Aires, Paidós, 2013, pág. 119.
  3. Lacan, J., El seminario libro 24, clase 11-01-1977, s.f. La nota completa de Lacan es así: "el inconsciente, es que en suma uno habla – si es que hay hablaser (parlêtre)- solo. Uno habla solo porque uno no dice jamás sino una sola y misma cosa- salvo si uno se abre a dialogar con un psicoanalista. No hay medio de hacer otra cosa que recibir de un psicoanalista lo que molesta su defensa.
  4. Laurent, E. Un psicoanálisis orientado a lo real. En: El sentimiento delirante de la vida. Buenos Aires: Colección Diva, 2011, pág. 220.
  5. Flórez, G. Defensa y acontecimiento de cuerpo en el autismo. Revista Affectio Societatis, 12(23), 2015, págs. 149-155. Medellín, Colombia: Departamento de Psicoanálisis, Universidad de Antioquia. Recuperado de http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/affectiosocietatis
  6. Lacan, J. (2011). El deseo de dormir. En El seminario de Jacques Lacan, Libro 19: …o Peor. Buenos Aires: Paidós, 2011, pág. 213.
NEL - Nueva Escuela Lacaniana