Seminario de Biblioteca "Subjetividad, segregación y violencia"
Videoconferencia por María Cristina Giraldo

"VIOLENCIAS: RESPUESTAS DEL ANALIZANTE AL AGUJERO DE LO REAL INDECIBLE"

11 de junio de 2016, Sede NEL-Ciudad de México

¿ACTO O TRAUMA?
A simple vista podría parecer que se trató de una videoconferencia a través de la cual nuestra querida colega María Cristina Giraldo, flamante AE de nuestra Escuela, desde la ciudad de Medellín compartía con la sede de la Ciudad de México un dinámico y riguroso producto del cartel surgido de un año y medio de trabajo con dos colegas locales, Paula Del Cioppo y Silvana Dirienzo en el seno de una comisión cartelizada. Sin embargo, tal como lo señaló Clara Holguín, quien nos acompañó durante todo el evento, "estamos frente a un verdadero acontecimiento de Escuela".

En nuestra sede los desgraciados hechos de Ayotzinapa de septiembre de 2014 llamaron enérgicamente a la Escuela en tanto "refugio del malestar en la cultura". Simultáneamente con el surgimiento de esa comisión cartelizada, se creó un Espacio de Conversación: Subjetividad, segregación y violencia, abierto a la ciudad y coordinado por el Directorio de la sede, cuyo ímpetu decantó en el actual Seminario de Biblioteca que llevan adelante Paula Del Cioppo y Fernando Eseverri en el contexto del cual tuvimos la oportunidad de escuchar la generosa ponencia de María Cristina.

En resonancia con el título de la conferencia, se puede afirmar que este acontecimiento no es otra cosa que el efecto de la puesta en acto de la respuesta de Escuela ante el agujero de lo real indecible, cuyos productos no sólo han contribuido a las actividades de la Biblioteca sino que también se insertan en el trabajo hacia las IX Jornadas de la NEL –formando parte, los participantes, de los grupos de trabajo y carteles hacia las Conversaciones "Violencia: un nombre para el malestar actual".

Los diversos discursos ofrecen sus respuestas: "hacer cultura"; la creación de símbolos de la paz –como el particular caso colombiano de la escopetarra (imagen que condensa la guerra y la paz, la empuñadura del arma/guitarra); el saber propone la "violentología"; lo simbólico actualiza el vocabulario con nuevas articulaciones significantes: "conflicto armado", "violencia de estado"; el fenómeno psicosomático se presentifica como la respuesta del cuerpo ante el impacto de lalangue; las invenciones ciudadanas en tanto medios de estetización; también, por qué no, existen los falsos semblantes.

Ahora bien, ¿qué puede permitir un análisis frente a lo indecible de la relación del sujeto con la violencia?

Ya en este terreno María Cristina se desplaza hacia el acto del analista y las soluciones subjetivas que se crean en un análisis. Las guerras y las violencias no afectan por igual a todos. "A diferencia del Otro social, nos orientamos por lo real y apuntamos a Un real, a la satisfacción pulsional de cada uno, a su modo de gozar; es de eso que el cuerpo del parlêtre es poseso, de un modo de gozar singular del que somos incautos, en tanto nos comanda".

Por un lado, la urgencia subjetiva del primer momento del trauma y la necesidad de reconquistar esa zona en la que el sujeto es borrado por la intrusión de lo real de la violencia social. Por otro, la responsabilidad subjetiva y la respuesta del sujeto frente al hecho traumático –¿víctima ó sujeto responsable? Más bien, "Devolver al sujeto de la experiencia traumática la dignidad de ser hablante que podría seguir perdiendo en el juego social de las identificaciones"[1]. El psicoanalista, que no se deja engañar por lo real de la pasión de la víctima, donde en el terreno del goce subyace con una nueva máscara, la pulsión de muerte. Sin embargo, capaz de fungir también como testigo a las soluciones de cada uno ante la violencia de lo traumático y dejarse enseñar por las invenciones de los otros.

A partir de una viñeta clínica que trabajó Araceli Fuentes, el caso de Fabiola Lalinde, el testimonio de Suzanne Hommel, María Cristina ilumina una variedad de elaboraciones y nos interroga respecto del acto, ¿reverso del trauma?

Asimismo, el texto aporta una gran riqueza de referencias de diversos autores que tomando distintas aristas han producido elaboraciones sobre estos temas, de las cuales María Cristina se sirve para -dando vueltas y vueltas modestamente y sin pretender hacer posible lo imposible- ir rodeando lo indecible.

Para concluir, y esto sí irreproducible por estos medios, luego tuvo lugar una interesantísima conversación a través de la cual enlazados y de la mano de María Cristina los presentes también saltamos en la oscuridad.

¡Muchas gracias María Cristina!