La violencia desde lo universal, particular y singular
por Gabriela Villarroel
Asociada NEL-Cochabamba

De entrada la propuesta de "violencias" para el psicoanálisis, nos genera la dificultad de definirla, primeramente porque al estar en plural tenemos ya la indicación de que no es sólo una y segundo porque no tiene estatuto de concepto como tal. Esto nos permite tal vez considerarla desde las categorías dialécticas de Aristóteles, que retoma Lacan "Lo Universal, particular y lo singular".

En lo universal podemos encontrarnos con la definición que da la OMS de la violencia como "el uso intencional de la fuerza física, contra uno mismo, otra persona, un grupo o una comunidad que tiene como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos, problemas de desarrollo o la muerte". En esta misma definición se puede percibir dos posibles vertientes de la violencia en la que el sujeto es objeto de segregación y violencia o como agente de la violencia.

Dentro del campo de lo particular me interesa específicamente considerar la problemática social llamada "violencia sexual comercial" la cual es llamada así por estar dirigida a adolescentes, las cuales son consideradas menores de edad y por consiguiente víctimas de dicha violencia. Es así que sólo se puede llamar trabajadoras sexuales a las mujeres mayores de edad, ya que se considera que es su decisión optar por dicho trabajo. Por ende, ¿dónde queda la responsabilidad subjetiva en la adolescencia? Y en última instancia ¿dónde queda la experiencia de goce que habita a cada ser hablante independientemente de su edad cronológica?

De la misma manera desde la perspectiva del significante víctima, el Otro institucional juega un papel fundamental dado que "las organizaciones de víctimas" demandan al Otro (institución) la restitución por sus derechos, pero también al invertir la demanda, las Instituciones terminan por ser las que necesitan de las víctimas en calidad de objetos privilegiados de satisfacción de necesidades"[1]. Por lo tanto ¿se podría pensar que en algún punto lo institucional victimiza para funcionar? Si hay víctima, hay violencia, ¿de qué violencia se hablaría en mujeres adolescentes en situación de prostitución?

Desde un punto de vista singular, ya dentro del campo del psicoanálisis, podemos hacernos la siguiente pregunta ¿cuáles son los determinantes subjetivos que contribuyen a que una mujer, en la adolescencia se inicie en la prostitución? Esto nos lleva directamente a la relación del sujeto con su cuerpo, con el goce que lo habita, y con las respuestas de los efectos del goce en cada cuerpo que requieren de una lectura singular. Entonces, esto que el Otro social denomina como "prostitución " o " violencia sexual comercial" pasa claramente a segundo plano.

En la clínica de lo singular puede hacerse las siguientes preguntas ¿qué cuerpo? ¿qué goce? ¿qué violencia?. Es así que en este intento de articulación cuerpo - violencia, se podría considerar la posibilidad de una irrupción violenta del empuje pulsional en el cuerpo, lo que nos lleva a pensar ¿en qué momentos se podría dar una irrupción violenta de la pulsión?

Se podría plantear que la adolescencia, al ser un proceso de reajuste subjetivo, es un periodo donde la pulsión tiende a irrumpir. Esas irrupciones pueden tomar la forma de actos de violencia.

Eric Laurent en la entrevista que se le realizó para las IX Jornadas de la NEL, menciona que lo "inhumano es lo más singular"[2], lo inhumano estaría entonces en relación a la pulsión, y en algunos casos una irrupción violenta de dicha pulsión podría llevar a la angustia.

Lacan indica en R.S.I. que la angustia "es lo que del interior del cuerpo ex–siste [al sujeto] cuando algo lo despierta, lo atormenta"[3] Es así que un analista desde una lectura singular puede posibilitar el saber hacer con lo inhumano que puede irrumpir, angustiar y atormentar a cada cuerpo en algunos casos de manera violenta.