La tensión entre trauma y pulsión
por Mónica Pelliza

El concepto de trauma atraviesa toda la obra freudiana. Así muy pronto, en 1895 en Estudios sobre la Histeria- asemeja a la histeria con la neurosis traumática: "…la verdadera causa de la enfermedad no es la leve lesión corporal, sino el sobresalto o sea el trauma psíquico". Dirá: "Cualquier suceso que provoque los afectos penosos del miedo, la angustia, la vergüenza o el dolor psíquico puede actuar como tal trauma". La conformación del trauma depende de la sensibilidad del sujeto, y a esto se suma la idea de varios traumas parciales; también habla de sucesos indiferentes que en un instante de gran excitabilidad pueden lograr la categoría de trauma.

El trauma o su recuerdo actúan como un cuerpo extraño, que continúa ejerciendo una presión sobre el organismo una vez que ha penetrado en él. Se trata de la introducción de una representación intolerable que penetra, que se introduce en el cuerpo, como ¿un goce insoportable?Freud propone la anulación del trauma psíquico por descarga por reacción y por funciones de la asociación a través de la expresión verbal; ambas descargan el afecto concomitante al hecho o al recuerdo traumático. Se trata del recuerdo del suceso traumático y no del trauma real. En relación al afecto, montante de afecto se observa ya la ecuación entre la cantidad y la cualidad del afecto.

En el Proyecto de una psicología para neurólogos (1985),Freud expone el caso Emma. Presenta un síntoma: no puede entrar sola a una tienda. Esto es relacionado al recuerdo de tener 12 años, entrar a una tienda y ver a dos dependientes riéndose entre ellos. Corre presa de una especie de susto. Piensa que se rieron de sus vestidos, además uno de ellos le agradó sexualmente. Esta asociación es insuficiente para explicar la determinación del síntoma.

La escena en sí es fortuita, ocurrió. Presenta el valor azaroso, accidental, se trata de un hecho externo al sujeto.

Presenta un segundo recuerdo: tiene 8 años entra a una pastelería y el pastelero le pellizca los genitales a través de los vestidos. Regresa una segunda vez a la pastelería.

Ahora se puede relacionar la Escena con los dependientes y la Escena con el pastelero. Emma comenta que ambas escenas se conectan a través de la risa, ya que la risa de unos se asocia a la risotada del pastelero. Freud establece el hecho de que Emma se ha vuelto púber y puede significar esta escena más antigua como un desencadenamiento sexual que le provoca angustia. Teme que se repita el atentado- que de hecho- es sexual. Huye.

Es interesante señalar que la escena con el pastelero, inicialmente reprimida, se convierte en traumática cuando Emma puede significarla desde el encuentro con el Otro sexo. El tropiezo con el pastelero es aparentemente placentero, lo repite y lo reprime quedando en la conciencia la idea de vestidos, y no de atentado sexual. El recuerdo se convierte en trauma posteriormente, cuando es resignificado desde la Escena con los dependientes.

Se puede pensar al trauma en este momento de la obra freudiana, como causa directa y lineal del síntoma como se verifica en casos de histeria. Pero existe otra categoría del concepto de trauma, verdadera irrupción de lo real, como en el caso Emma, en el cual se valoriza dos o más escenas y se introduce la idea de retroacción.

Llama la atención que en el trauma se concentra un afecto penoso; en Introducción al Psicoanálisis, (1916-1918), Freud plantea que lo traumático finalmente se reduce a una problemática económica: existe un exceso de excitación que no puede ser tramitada por el aparato psíquico. El momento del trauma queda en suspenso, se lo sigue considerando como presente, susceptible de ser recordado una y otra vez en la escena del sueño, y por este camino introduce la conexión del trauma con lo económico.

En 1920 en Mas Allá del Principio del Placer Freud introduce el concepto de pulsión de muerte, concepto que permite una nueva formulación del suceder psíquico.

El sujeto se protege de peligros provenientes del exterior desplegando un aparato defensivo. Pero como afirma Freud: de las excitaciones provenientes del interior no existe defensa alguna al existir una ruptura de la protección y, el sujeto orienta la conducta hacia las excitaciones interiores que traen consigo un aumento demasiado grande de displacer. Se tratan a estas excitaciones interiores como si provinieran del mundo exterior (mecanismo de proyección) desplegando así a la defensa.

En el trauma se presenta un intenso incremento de excitación que excede las posibilidades de ser dominadas por el aparato psíquico. Éste intentará ligar las cantidades de la excitación a fin de lograr su descarga. El fracaso de la ligadura hará surgir una perturbación análoga a las neurosis traumáticas. En este contexto Freud muestra la tensión entre trauma y pulsión de muerte en tanto que define la excitación proveniente del interior y se articula a la compulsión de repetición. Aquí lo traumático es la invasión de la pulsión y la neurosis su tratamiento.

Siguiendo a Lacan podemos plantear que en lo traumático identificamos una irrupción de lo real, un exceso de goce imposible de ser atrapado por lo simbólico. Se trata de una excitación sin representación, sin palabra, sin saber pero que toca al sujeto.

En Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis (19649) Lacan indica que el trauma se presenta como lo real en tanto que encuentro fallido, aparece como lo inasimilable, lo que no puede ser taponeado por la homeostasis subjetivante regida por el principio del placer. Está articulado a la repetición. La intrusión de lo real produce la esquizia del sujeto quedando anonadado, definitivamente dividido.

Luego de Aún (1972, 1973)y de la Conferencia de Ginebra (1975), Lacan da un giro conceptual que compromete al parlante ser, abandonando la idea del sujeto como construcción lógica. Este ser parlante está traumatizado por la palabra, carga la marca de lalengua. Es un sinsentido radical que perfora lo real. Lo traumático se define por el encuentro con las palabras, con el S1 solo no significado por un S2. Este agujero en lo real es definido como No hay relación (proporción, armonía) sexual produciendo el sufrimiento y la queja del ser parlante. Este agujero es el troumatisme.

En el acontecimiento traumático encontramos un cuerpo afectado, donde se producen huellas de afecto displacenteras en la vida del ser-hablante, afirmará Miller. Luego, el acontecimiento contingente es el impacto de lalengua sobre el ser-hablante. En Biología Lacaniana-2002- Miller afirma que: "El afecto esencial es el trazante de lalengua sobre el cuerpo". Esto produce trauma.

Se puede considerar que las marcas de goce producidas por la pulsión establecen la relación del hablante-ser con el trauma. En la terminología freudiana podemos pensar que el aparato psíquico intenta ligar estas marcas de goce, pero aquello que escapa a la represión retorna como repetición. La neurosis es un tratamiento posible de esta carga no ligada, de este goce. La meta de un análisis es lograr un nuevo arreglo con este goce displacentero, con la satisfacción pulsional.

En Televisión (1973) Lacan plantea que el afecto viene a un cuerpo, lo propio del cual sería habitar el lenguaje. Por otra parte, siguiendo a Santo Tomás y las pasiones del alma con las cuales nombra a esos afectos, se trata de abordar a este cuerpo afectado por la estructura. Miller en Matemas II a su vez, llama la atención sobre el hecho de que se trata de un sujeto afectado en sus relaciones del significante con el Otro, a lo cual agrega el goce. Los efectos del lenguaje sobre el cuerpo, lo afectan.

Freud plantea la separación entre idea y afecto; es decir se trata de la articulación entre significante y objeto a. La pasión, especialmente la pasión del alma, conserva la relación con el objeto. La pulsión en su accionar contornea al objeto pero carece de él. La pasión, al contrario, se acopla a un objeto, establece un lazo. Se tiene pasión por un objeto, y el primero es el narcisismo.

En tanto que las pasiones suponen un lazo con el objeto: ¿Es posible pensar que representan un tratamiento posible del trauma?